Clara Tahoces, Redactora-Jefe de la revista Más Allá, nos comenta en el prólogo de HISTORIA NATURAL DEL CANIBALISMO, de Manuel Moros, que a pesar de la repulsa que provoca la antropofagia, triunfan películas como La matanza de Texas, Ravenous o Grimm Love Story, todas ellas inspiradas en hechos reales.

Rasputín (1872-1916), también llamado "el monje loco", tenía al parecer gran éxito entre las féminas debido a su carácter misterioso, su gran facilidad verbal e hipnótica y cierta parte de su anatomía de 35 centímetros de longitud. Gregorio Doval en ERRORES, LAPSUS Y GAZAPOS DE LA HISTORIA comenta que hoy solo se conservan 28,5 centímetros del pene que le fue cercenado en el momento de su muerte. Fue adquirido en 1967 por 8.000 dólares por el museo erótico de San Petersburgo.

En FRAUDES, ENGAÑOS Y TIMOS DE LA HISTORIA, Gregoria Doval nos cuenta que durante la prohibición alcohólica impuesta en Estados Unidos por la Ley Seca, en Nueva York había 32.000 establecimientos clandestinos (por 15.000 tabernas que había antes de la promulgación de la Ley).

Luis González, en su libro TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE EL ANTIGUO EGIPTO, nos dice que en la actualidad los campesinos siguen utilizando métodos de irrigación que proceden de los días del Imperio Nuevo (hacia el 1500 a.C.), que aún se usa el adobe como método de construcción de viviendas y que los lugareños todavía rinden tributo al dios Hapi cada 18 de junio.

Gregorio Doval nos cuenta en  ERRORES, LAPSUS Y GAZAPOS DE LA HISTORIA que, cuando se utilizó por primera vez la silla eléctrica en agosto de 1890, el emperador abisinio Menelik II (1844-1913) se entusiasmó tanto que encargó tres de ellas a Estados Unidos. Pero, como en su país aún no había electricidad, decidió utilizar una como trono imperial.

Jesús Hernández nos cuenta en HISTORIAS ASOMBROSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, que la mayoría  de los más de 200.000 soldados alemanes que estuvieron en París visitaron el Museo del Louvre.

En 1914, una niña de Idaho fue enviada como paquete postal a su abuela, a más de 120 kilómetros de distancia, con los sellos del franqueo pegados al abrigo. Al parecer, el billete de tren era muy caro. Y no es el único caso. Nos lo cuenta Gregorio Doval en FRAUDES, ENGAÑOS Y TIMOS DE LA HISTORIA.

Durante el Siglo de Oro, existía la creencia de que las mujeres podían absorber el esperma masculino que hubiera flotando en el ambiente, en el agua, o en las plantas, y que era absorbido por la piel para llegar al útero y concebir una criatura. Nos lo cuenta Luciano López  en PORTENTOS Y PRODIGIOS DEL SIGLO DE ORO.

Los más estimulantes libros de divulgación histórica, para los lectores mas curiosos e inquietos.