martes, 13 de noviembre de 2012



Los caballeros medievales recorrían el mundo tanto  en busca de tierras y riquezas como de reliquias para sus iglesias. Fue tal la proliferación de reliquias- aparecían por duplicado y triplicado- que la Iglesia tuvo que poner un poco de orden. Ana Martos nos cuenta algunos suculentos detalles en su libro PAPISAS Y TEÓLOGAS.

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